Jonás

A veces amar es esperar a alguien que está con otra. De nada valen blasfemias, lamentaciones, arrepentimientos. Hay que renunciar a la discordia y la flagelación de los celos sabiendo que alguna vez tuvimos o tendremos el rol inverso.
Nadie es fiel. Lo sabemos.
La inocencia, sepultura y resurrección, busca dejarse digerir en el oleaje vital de las pasiones. Sólo así seremos capaces de emerger de nuevo a la superficie desde la cita con la burla.
Miro absurdamente la puerta que se abre. Creo reconocerlo en todo bulto impelido hacia el café por las fauces de la Gran Trituradora. Necesito ajustar cuentas con el inventado, alucinarlo para sanar. Duelo, teatro, espera derrotada. Contra el friso neutro de quienes no aguardan la ballena deslinda continentes, sustrae y devuelve, todo a destiempo.
Tras el hechizo letal, la pureza del abandono.